sábado, 8 de junio de 2013

La constante viral.

Eres una de esas películas seleccionada como favorita.
La mejor canción de una banda sonora imposible de dejar de escuchar.
El olor a la casa del pueblo en primavera.
Eres tan fresco como la luz de Edimburgo una una tarde de verano a las seis. Como todo el ambiente que envuelve el cotidiano momento en que sales de casa después de la temprana cena. 
Eres la magia de el himno de los Lannister sonando mientras, en lugar de rememorar La Boda Roja, te dejas envolver por esa luz.
Por la humedad inherente.
Por la temperatura perfecta.
Por el color verde.
Y el olor a tierra mojada.

Eres la compañía perfecta en un paseo mudo por el camino secreto que bordea el río. En un día de lluvia, bajo un diluvio.
Cuando la piedra está resbaladiza y el horizonte inhabitado.

Eres, a la par, lo más dulce y lo más amargo de este momento de la noche y, por ende, de todos los instantes de añoranza predecesores y venideros.

Eres el replay en Spotify. Eres mi constante (mi constante viral, que no vital). 



No hay comentarios:

Publicar un comentario