martes, 14 de mayo de 2013

encías sangrantes



 
Sonaba un blues roto en la noche mojada de Manhattan.
Una voz trocada que cantaba una canción marinera.
Y un fugitivo que apenas podía tararear una tímida sonata de muerte.
Panorama azulado y húmedo, llorón.
Frío como el mismo hielo, hierro y cristal, óxido y sangre, balas de plata con destino perdido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario