martes, 14 de mayo de 2013

morfeo.


Tumbarse sobre el costado derecho en la cama sólo trae problemas. Dudas trascendentales, reflexiones existenciales, lamentos profundos, recuerdos hirientes, y lágrimas por doquier que corren, apresuradas, hasta estallar en tu almohada.
Tumbarse sobre el costado derecho en la cama sólo implica no dormir.
Pero tumbarse sobre el costado izquierdo, yacer sobre la mitad de tu cuerpo en la que se aloja tu corazón, lo desplaza un poquito a un segundo plano, y es entonces cuando centenares de nimiedades y pensamientos superfluos invaden tu mente.
Ante la falta de profundidad de todo, llega de nuevo la imposibilidad de alcanzar el sueño.
Y tras mil vueltas en la cama, quizá sea tumbarse boca arriba la mejor opción que tienes, vigilante, atento, expectante... Esperando cualquier cambio que te quiera invadir, esperando que Morfeo te acaricie y te haga caer en sus redes.

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