martes, 14 de mayo de 2013

Means a love that will never end


En todo este tiempo te he recordado de cientos de maneras, dirigiéndome miles de tus palabras, riéndote conmigo.
Pero nunca, jamás hasta hoy, volvió a mi mente la imagen de tus ojos mirándome con total serenidad, escudriñándome, enmarcados en una cara en ocasiones burlona, ceñuda o inexpresiva. Tumbados frente a frente, sin tocarnos, sin hablarnos, sin reírnos, sin llorar. Simplemente mirándonos, respirando, dejando que el tiempo pasara.
Sinceridad en estado puro, aquella que flotaba a nuestro alrededor, una unión tan fuerte como los lazos de sangre.
Ah, amigo, a veces añoro el tiempo que me falta para contemplar tu boca entrecerrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario