martes, 14 de mayo de 2013

Hey, soul sister


Las sombras se habían encaprichado de ella.
Contemplabas desde la lejanía que te concedía el corto vagón cómo unos escasos y tímidos haces de luz la iluminaban durante segundos.
Luz naranja, sol derretido que se derramaba y se esparcía lentamente, espeso como la miel.
La música que repiqueteaba en tus oídos parecía casar firme y perfectamente con el ritmo que marcaba el tren sobre los raíles, aumentando la magia que envolvía el momento, impregnado de una profunda melancolía.

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