martes, 14 de mayo de 2013

Let me live ~ 3 de noviembre


Tanto dolor y tanta pena, pero también alivio y amor, desbordados, expresados en lágrimas que caían en el silencio de la noche, que sólo era roto por la estridencia del diluvio que se precipitaba a mojar las calles y era el reflejo de aquellos estados de ánimo.
Nuevamente en el portal se encontraban complicidad y cariño, se abrazaban, bailaban sujetos por unos lazos más fuertes que la más fuerte cadena. Durante mucho tiempo se habían encontrado ocultos, maltratados, prisioneros de la impaciencia, el odio y el resentimiento.
Pero su necesidad de volver a encontrarse y ser compañeros, como antes, ganaron la cruenta batalla con la única ayuda del tiempo.
Nuevamente se encontraron dos amigos, dos castores, un niño saltarín y un indicio de escritora, un gato y una imprudente...
Se reecontraron (para no volver a perderse más, para no volver a enfrascarse en el dolor).

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